De El Salvador a Costa Rica en una semana

De El Salvador, bajabamos a Costa Rica donde nos esperaban varios proyectos y familia, pero para llegar allí teníamos que atravesar una partecita bien cortita de Honduras,y Nicaragua. El plan aquí era manejar, cargar, descansar y seguir…hacerlo rapidito. Pero todo siempre tiene sus desafíos o distracciones!

A Honduras llegamos ya de nochecita – 6pm – ya que la frontera se demoró bastante. Había un cargador en una gasolinera, pero los autos quedaban recién cargados completos a las 2am. ¿Qué hacíamos? ¿Nos quedamos esperándolos? ¿Íbamos a descansar a alguna posada y confiábamos en que nada les pasaría a los autos? Recuerden que los autos son como nuestra casa, dejarlos solos de noche en lugares desconocidos nos pone un poco nerviosos. Lo que si, los autos tienen cámaras además de alarma, te avisa al celular si pasa algo. Además había un guardia buena onda. Hablamos con él y decidimos ir a descansar y volver a las 2 am a buscar los autos. Pero no fue tarea fácil conseguir taxis en las afueras de un pueblo de Honduras a la noche. Para ir a la posada básicamente Martin le pidió a uno que estaba cargando nafta en la gasolinera que nos llevará. En la ciudad ya pudimos hablar con un taxi para que nos buscara 2am para buscar los autos… pero ese taxi nunca vino. Fue imposible conseguir otro. Los autos quedaron toda la noche allí. Solitos. Controlados por nuestros celulares y la palabra del guardia. A la mañana siguiente, cuando al fin conseguimos un taxi, fuimos a buscarlos. Estaban sanos y salvos junto a algunos curiosos que querían foto. ¡Siempre es divertido compartir y mostrar las magias de estos autos! Son todo una novedad en Latinoamérica.

Ese día seguimos ruta a Nicaragua, la frontera era a media hora, fácil. Esto va a ser rapidito, pensamos. Pero en esa frontera estuvimos más de 5 horas. Sin duda fue la más difícil del viaje… difícil por lo que demoró y porque aparentemente no se puede entrar con drones al país. Nosotros tenemos drone, y mandaron los autos a revisar al super scanner. Claro que no íbamos a correr el riesgo de volar drone en Nicaragua dada la situación actual del pais, pero tampoco estaba en nuestros planes que nos lo sacaran. Lo necesitábamos para el resto del viaje. El scanner nos puso nerviosos…muy.

Pero por suerte no encontraron nada. Solo nos tuvieron 5 horas allí, esperando, nerviosos. 

Ya en Nicaragua manejamos hasta Granada donde había un hotel con cargador y teníamos que aprovecharlo. Fuimos las primeras personas desde que se instaló hace 3 años en usar ese cargador! Estaban felices. Nosotros también claro. ¿Lo mejor? En Granada hay un volcán activo, el volcán Masaya. En el atardecer fuimos hasta allí y disfrutamos como el humo del volcán se va tiñendo de rojo a medida que entra la noche.

Antes de irnos para Costa Rica teníamos que conocer aquello que más nos llamaba la atención y tanto habíamos escuchado hablar de Nicaragua, sus playas y sus olas. Todos los surfistas aman Nicaragua, así que decidimos que nuestra próxima parada fuera Tola. Pasamos unos días en Playa Colorada en Hacienda Iguana super tranquilos y de descanso. La playa sin dudas es increíble, los atardeceres tiñen todo de colores, las olas divertidas aunque ya se estaba terminando la temporada entonces estaban chiquitas… habrá que volver nuevamente!

Si bien este lugar es increíble por momentos no te sientes en Nicaragua ya que Hacienda Iguana es todo propiedad privada, así que para ver algo más auténtico de la costa de Nicaragua nos fuimos para Popoyo. De casualidad entramos a averiguar en una posada que resultó ser de una Uruguaya! Casitas Pacific se llama. ¿La segunda casualidad? Nos presentamos, le contamos de nuestro objetivo de conocer iniciativas sustentables y ella nos cuenta que rescataba tortuguitas!.
¿Casualidad? No lo creo. Si bien no era época para ver a las tortugas desovar o las tortuguitas nacer, su historia y la forma de conservación nos resultó interesante y decidimos entrevistarla.

Todo comenzó cuando se enteró de que la mayoría de las tortugas que llegaban a las playas de Tola a desovar, sus huevos terminaban en algún restaurante de Managua. Investigó y descubrió que estas tortugas eran especies en peligro y de la importancia de protegerlas. De forma independiente comenzó juntando los huevos en la playa Guasacate en Popoyo,  frente a su posada. Pero empezó a tener problemas con los locales, que contaban con eso como una fuente extra de ingresos por más que fuera ilegal vender huevos de tortuga en Nicaragua.  A ellos los restaurantes de Managua les compraban huevos a buen precio. Así que cambió su estrategia, y luego de charlas con los locales comenzó a comprarle los huevos. Acordaron un precio fijo por docena y cada vez que ella veía a locales esperando a que una tortuga terminara de desovar ella iba y les compraba los huevos. ¿Qué hace con los huevos? Los cuida dentro de su posada, “los entierra” en la arena,  hasta que nacen. Ahí arrima las tortuguitas a la orilla para que ellas  lleguen solas a la playa.

Hoy es la representante de la playa Guasacate en Popoyo en conservación de tortugas. Si alguien ve una tortuga que viene a dejar sus huevos le avisan a ella para asegurarse que queden protegidos, y todo por amor a la naturaleza, para proteger estos animales  que llegan a las playas de Nicaragua. Así que ya ves, hay mil formas de ayudar a la conservación, protección y restauración de la naturaleza!

Side Note: A Popoyos solo fueron Oliver y Tuti, Martin siguió para Costa Rica ya que llegaba su familia. La ruta era corta, y supuestamente buena y segura. Pero claro, cuando nos separamos,  ¡pasan cosas! ¡A la hora de irse pinchó dos ruedas! Por suerte consiguió gente que lo ayudara y llegó a tiempo a buscar a su familia al aeropuerto…