El Salvador: Proyecto Surf City

Surf “…esto es lo que necesita El Salvador para salir no solo de la pobreza en tema económico, sino también de la pobreza que podés tener en la salud mental, porque el surf te da salud mental.”. ¿Podrá el surf ayudar a un país a posicionarse a nivel mundial como destino turístico, pero a su vez dejar trabajos y una cultura de personas con mentalidad positiva de cara al futuro? Así lo espera el gobierno de El Salvador, liderado por el presidente Nayib Bukele, que puso como Ministra de Turismo a una surfista, Morena Valdez. Morena, además de surfear, trabajó toda su vida en temas de pobreza y crecimiento económico con las Naciones Unidas y hoy es la encargada de llevar adelante uno de los programas emblemático del gobierno, llamado Surf City, que nos interesaba mucho conocer. 

Llegamos a una de las playas más al norte del país, un día lluvioso, y enseguida nos enteramos que la ministra nos podía recibir en su oficina para tener una entrevista. Pero había que ir hasta San Salvador, ¿podemos ir y venir en el día? ¡Claro que sí! Que buena sorpresa, El Salvador es un país muy rico en cultura, volcanes, cascadas, pueblos, olas, pero está todo cerca y con buena conexión, ¡en un día puedes explorar de todo! Así que marchamos a la capital del país para conocer a la ministra y este programa Surf City que se traen entre manos.

Morena es una persona muy energética, trabajadora y muy amigable. Entras a su oficina y respiras surf. Es agradable estar con ella y compartir con su equipo de trabajo. Lo que nos interesaba era entender bien qué es Surf City

“Surf City no es una ciudad de surf. Es un plan de ordenamiento territorial para traer mejoras y beneficios a toda la franja costera de El Salvador y así promover el turismo de surf”

La realidad es que la costa de El Salvador por muchos años fue dejada de lado en los planes de gobierno y este programa busca “revivirla”, mejorar las condiciones y la infraestructura de la costa para atraer turismo y mejorar las condiciones de vida de la población local. 

¿Cuáles son algunas de las cosas que se irán desarrollando en la costa?

Caminos/carreteras, centros de salud, plantas de tratamiento de aguas negras y más. Fundamental sería también una correcta gestión de desechos, políticas de reciclaje, provisión de agua potable, y mejor gestión de la energía para poder hacer que este plan traiga desarrollo sostenible y con impacto positivo y esto fue algo de lo que charlamos con la ministra. Ellos esperan que, detrás del desarrollo de esta infraestructura venga inversión privada para hospedajes y más. Pero, con todos estos esfuerzos para que crezca el surfing ¿como van a hacer para que no se sature de surfistas el mar salvadoreño? Justamente la idea es dispersar en todo el territorio nacional este proyecto. Es por esto que Surf City es un circuito de playas y no se concentra en una sola playa.

Este proyecto lo irán haciendo ordenadamente y en tandas. Campañas específicas para un target específico para cada playa que es diferente. Surf City I fue la primera tanda de inversiones y abarcó playas en la zona media del país como El Tunco, El Zonte y Sunzal.  Surf City II, que está comenzando ahora será enfocado en el “Oriente Salvaje”, en playas como Las Flores y Punta Mango.

“Estamos tratando de ordenar la casa primero, siempre con el cuidado medio ambiental, vamos a hacer una ley para que este crecimiento de la infraestructura privada también no sea desordenado porque lo peor que nos puede pasar es que venga un mega hotel y entonces ahí sí nos van a invadir”

Esta forma de promover el país, a través de deportes nos pareció tremendo y sin duda volveremos en unos años a ver como se siguió desarrollando el plan. Pero para en unos años poder ver el cambio teníamos que ver como estaba ahora y hablar con surfistas locales. Así que después de San Salvador nos fuimos a conocer una de las playas de Surf City I – El Tunco.

Allí conocimos Pijuyito o Jorge Alejandro Rivas Alvarado.  Lo conocimos por pura coincidencia. Necesitábamos un enchufe para cargar el auto y Oliver salió a buscar quien nos prestaba. No encontramos enchufe, pero si una GRAN persona que encima resulto que era de los top 5 surfers de El Salvador! Nos fuimos de surf trip con el y su banda de amigos – así es la gente en El Salvador: abierta, y amigable – exploramos las cascadas de Tamanique y todo el tiempo a puras risas. es que de eso se trata el surf y cualquier actividad en la naturaleza. Disfrutar, reír, conectar, fluir, ser feliz.

Pijuyito, hijo de Pijuyo, es parte de una familia que vive en El Tunco desde siempre. Queríamos saber cómo habían vivido el desarrollo de surf cita ellos, en la zona, lo bueno y lo malo. Si bien es cierto que ha traído mejoras en infraestructura, más turistas que dan trabajo, a él como profesor de surf o guía turístico, a otros en sus negocios de comida y hospedaje, también es cierto que los precios habían aumentado mucho para los locales. Y lo que más llamó la atención fue lo siguiente, que si bien tienen el beneficio de que vienen competencias de clase mundial, falta apoyo para los surfistas nacionales como él y su primo que están en el top 5. No tienen un sistema de salud en caso de lastimarse, o apoyo desde el gobierno para poder ir a competiciones regionales. Ósea surf city si que trae desarrollo y surfistas, pero no apoyo para los surfers locales. Es que claro, Surf City es un proyecto turístico, no un proyecto del ministerio de deportes. Si que inspira a más gente a surfear, pero no les da las condiciones, las herramientas,… sería interesante ver una alianza más fuerte entre el ministerio de turismo y el ministerio de deporte para que más salvadoreños puedan hacer del surf su medio de vida. ¡Bancamos a Pijuyito, y esperamos que las cosas sí cambien!

Igualmente, la mentalidad de Pijuyito y todos los demás surfistas nacionales es seguir entrenando, mejorando, ¡compitiendo y sobre todo divirtiéndose! Como dijo el “El surf para mi significa diversión, si no te divertís entonces no es tu deporte…”

Con ese mensaje y un gran amigo dejamos el Tunco, para volver a San Salvador a cargar los autos – allí si había cargador – y conocer otro proyecto interesante de movilidad eléctrica. Quantum. Una empresa boliviana de micro movilidad eléctrica que ahora se instala en El Salvador. Escucharon de nosotros y no dudaron en llamarnos para juntarnos a intercambiar y probar sus vehículos. ¡Que importante es compartir de estos proyectos! La realidad es que los autos que usamos nosotros, los Teslas, son unas naves espaciales de otro planeta, pero lejos de ser accesibles y la solución para la movilidad en ciudades como las Latinoamericanas. En cambio, los tuc-tuc, motos y autos pequeños, todos eléctricos, a costos accesibles son una gran alternativa para las ciudades. Nos divertimos mucho probando estos vehículos y aprendiendo de esta marca.

 

Por último, en El Salvador hicimos una paradita cerca ya de la frontera, en lo que será Surf City II, el “Oriente Salvaje”, queríamos ver que había allí…y bueno no les vamos a mentir, para nosotros las playas más lindas de El Salvador. Tendrán que ir a comprobarlo… nosotros disfrutamos dos días y tocó seguir a hacer frontera.