Costa Rica

En Costa Rica estuvimos a mediados de Septiembre. En época de lluvias. Pero eso no impidió que fuéramos a pasear por algunos de sus sitios icónicos de biodiversidad. Había muchas ganas de ver animales en uno de los países más mega diversos del mundo y líder en la conservación en Latinoamérica. Y no nos defraudó. Sus parques y áreas naturales, la dedicación y el trabajo de todas las personas es increíble.

Comenzamos en Monteverde, fuimos a conocer el bosque nuboso – muy nuboso!! Se lo conoce como  “la montaña donde se pueden tocar las nubes”. Es una de las joyas naturales de Costa Rica, ya que es una de las últimas extensiones de este tipo de bosque prístino en el mundo. Hay  muchas reservas biológicas y parques privados que protegen el bosque de diferentes formas y ofrecen varias  formas de disfrutarlo. Nosotros fuimos a uno que tiene puentes colgantes y un refugio de osos perezosos. Allí se llevan los osos perezosos que se encuentran lastimados en Costa Rica. Aprendimos que los tendidos eléctricos son una de las principales causas de osos lastimados, así como los accidentes en las carreteras.

De aquí nos fuimos para la provincia de Punta Arenas, en la costa del Pacifico, a un lugar bastante impresionante. Miren las imágenes de abajo si no. El lugar se llama “Bahía Ballena”, forma parte del  Parque Nacional Marino Ballena, la reserva marina más grande de Costa Rica, y justamente fue nombrada por las ballenas jorobadas que frecuentan mucho sus aguas y por la forma de cola de ballena  que se forma en sus costas cuando baja la marea! Increíble.

Pero ese no fue el motivo por el cual fuimos… esto fue un plus, el verdadero motivo fue una pareja que tiene un proyecto hermoso. Pilar & Travis son co-fundadores de Bodhi Surf & Yoga en este rinconcito de Costa Rica. Bodhi comenzó como una pequeña empresa de turismo, para compartir la práctica justamente del surf y el yoga. Sin embargo, decidieron que su negocio debería usarse como vehículo para facilitar un cambio social y ambiental positivo en sus comunidades. A lo largo de los años, este negocio ha crecido y se ha convertido en lo que es hoy: un campamento de yoga y surf certificado por B Corporation y 1% for the Planet. Son muchas las acciones positivas que hacen en la comunidad además de brindar una experiencia de conexión con uno mismo y con  la naturaleza  a través del deporte a los que vienen a visitar Bodhi. Inspiran a hacer negocios de una manera sostenible y con impacto positivo, y esperan que las enseñanzas del yoga y del surf cada persona que pasa por allí las pueda llevar a su vida diaria.

Pilar, además siempre busca formas de apoyar a la comunidad de Bahía Ballena y es quien empujó para que Bahía Ballena sea una de las comunidades que forme parte de las Rutas Eléctricas Costa Rica. Esto es una red de apoyo que busca instalar puntos de carga a lo largo de las rutas de acceso hacia las comunidades. Para esto las comunidades tienen que mostrarse interesadas en instalar cargadores, sea en hoteles, restaurantes, cafeterías. Los dueños de comercios para querer participar deben entender que ellos se van a ver beneficiados. ¿Cómo? Fácil, nosotros vamos a lugares porque hay cargadores. Mientras esperamos que nuestros autos se carguen, comemos allí, nos quedamos a dormir, compramos algo o visitamos el lugar.  Esto es una oportunidad para apoyar a los negocios locales.  En Monteverde pudimos hacer esto ya que fue la primera comunidad en impulsar ser parte de la rutas eléctricas y en Bahía Ballena también gracias al trabajo que hizo Pila para explicar a la comunidad de la importancia de esto para el ambiente pero también para su negocio!  Puntualmente en Bahía Ballena cargamos en un taller mecánico, al cual entrevistamos ya que no sólo instaló un punto de carga sino que está haciendo otras acciones para que su taller tenga un menor impacto ambiental. 

Si bien fue super bueno descubrir esta iniciativa de Rutas Eléctricas Costa Rica, y el apoyo a las comunidades para instalar cargadores y atraer turistas en vehículos eléctricos, no vamos a mentir, ¡en Costa Rica nos fallaron muchos cargadores! Al final el país que más tenía cargadores hasta cierto punto fue más difícil porque llegábamos y no funcionaban. Así que un llamado de atención a las empresas que las instalan o el gobierno de la importancia de hacer revisión de estas estaciones de carga.

Pero bueno, volviendo a  lo divertido. ¿A dónde más fuimos después? Costa Rica tiene infinitos lugares para visitar, pero uno nos llamó la atención. La remota y alejada península de Osa. ¿Por qué? Van datitos. Alberga 3% de la biodiversidad mundial y más del 50 % de la biodiversidad de Costa Rica! Es una de las regiones con mayor densidad de diversidad biológica en el mundo! Y además el 80% del territorio está protegido por dos parques que creó el gobierno en la década de los 70, Parque Nacional Corcovado y  la Reserva Forestal Golfo Dulce. No teníamos muchos días y el rango de los autos nos apretaba ya que es alejado y  el cargador de allí no funcionaba… pero nos la jugamos y decidimos ir a descubrir este lugar.

Allí contactamos a una empresa local que promueve él ecoturismo, Osa Wild, que nos encantó y conectamos con su lema “apoyando a las comunidades locales a través del turismo”. Osa Wild lejos de ser solo una iniciativa económica siempre ha estado orientada por el bienestar social y medioambiental y se ha enfocado en encontrar soluciones para conservar y proteger uno de los lugares con mayor biodiversidad en la tierra inspirando a la población local a preservar su tierra. ¿Cómo apoyan a las poblaciones locales? Organizando visitas a sus fincas o predios, para conocer formas de vida local, y así ellos tienen algún ingreso extra y pueden mantener la tierra y la vida que hay en ella.  Básicamente, Osa wild conecta a los viajeros con la comunidad y a todos los humanos con la naturaleza.

Fue así que conocimos a Doña Maria y Don Jorge. Desde que conocieron a @osawild tienen un ingreso que les permite conservar sus tierras y ofrecen la opción de visitar su finca y conocer la forma de vida rural, local. Viven alejados del pueblo, de hecho llegar allí no fue nada fácil porque el río estaba crecido y habíamos ido con los chicos! Tuvimos que caminar un rato por el campo hasta que al fin llegamos a su finca, Valle Soñado. Es que ese lugar es un sueño, tranquilo y rodeado de naturaleza. Fue una visita mágica y le recomendamos a todos que si van a la Península de Osa, no solo hagan turismo de naturaleza – ósea ir a explorar los parques nacionales – sino también hagan turismo rural, vayan a ver cómo viven las personas locales, compartan con ellos. Fue una de las actividades más enriquecedoras poder compartir con ellos, en familia, en su rinconcito verde del mundo. Y los chicos gozaron esta aventura más que nadie!

Felices con esta experiencia, al día siguiente decidimos adentrarnos en el famoso Parque Nacional Corcovado, de los lugares más biodiversos del mundo. Es EL lugar al que va a filmar National Geographic por ejemplo. Esto también fue organizado por Osa Wild que te conecta con un guía local, en nuestro caso fue Milton Vasquez – un genio y muy necesario para ver animales. El Parque es GIGANTE y cuenta con cinco estaciones biológicas, este es el único lugar en el cual se puede pernoctar en caso de querer pasar una noche dentro del parque y amanecer dentro del bosque tropical. Hay varias exploraciones diferentes y de varios días que se pueden hacer. Tuti y Oli hicieron la que toma 2 días y caminas 40 km – por razones obvias no pudieron acompañarlos Martin con los chicos.

Primero manejamos hasta uno de los bordes del parque, en playa Carate, y allí comienza tu caminata en la estación La Leona. Desde el momento uno ya arranca con todos los pies mojados atravesando ríos. De allí caminas 20km, a veces por playa, otras veces por dentro del bosque. La misión es llegar antes de que caiga la noche y de que crezca mucho el río a la Estación Sirena, en el corazón del parque, donde uno puede pasar la noche. No te puedes demorar mucho porque si crece el río luego es muy peligroso cruzarlo por los cocodrilos! Pero hay tantas distracciones mientras caminas que por momentos es difícil ir a buen ritmo. Situaciones y encuentros únicos como los de las fotos abajo abundan: oso hormiguero, pizotes, mono tití, mono aullador, mono araña,  gavilán blanco, gallito de agua, pava granadera, cocodrilos, boa bebe, serpiente tipo lora, tapir, culebra, tucán, murciélagos… todo eso vimos y mas! Solo nos faltaron los felinos como pumas y  jaguares.

Alguien muy citadino una vez dijo «es como pasear por un zoológico pero abierto». Y es verdad. Solo que esta es su casa, esta es la realidad… animarte a sumergirte en su mundo es de las experiencias más lindas que podes hacer para entender al menos un poquito los misterios y la diversión de la naturaleza. Para nosotros fue una fiesta!

Llegamos a la estación sirena con muchísima lluvia, donde nos dimos un baño, nos dieron una comida riquísima y abundante y dormimos luego de 20 km de caminata.  Al día siguiente 5am, nos tocaban 20 km de vuelta para atrás! Y esta vez vimos cocodrilos cruzando el río! Agotador pero sin duda una de las experiencias más increíbles del viaje fue estar inmerso en esa biodiversidad.

Llenos de buenos recuerdos decidimos ir hasta una playa en la península de Osa, fuera de la red eléctrica, a alojarnos en una casita a paneles solares. Nos preguntamos ¿Se puede acceder a lugares off-the-grid en autos eléctricos? ¿Qué pasa con la batería? ¿Se puede cargar usando los paneles solares en estos lugares? Descubrimos que si se puede, acá la prueba! Nosotros confiamos. Llegamos a una spot de surf, MUY remoto en Costa Rica, donde no llega la electricidad y , los días que salió el sol, cargamos con los paneles solares. Que locura enchufar tu auto al «sol» y cargar y que linda manera de cerrar Costa Rica.

Y una nota muy importante, en estos días, Lo, cumplió 1 año y claro que hubo un mini festejo!! Ya queremos verlo caminando!!