Baja California y su fuerte conexión con el mar.

Atravesar el desierto de Cataviña fue mágico, como estar en una película de Tim Burton. Y ni te digo salir al otro lado de la península de Baja California, en el Mar de Cortés, en la Bahía de los Ángeles. Allí te sientes en Marte, si Marte tuviera mar azul profundo. En estas aguas habitan poblaciones importantes de ballenas, delfines, aves marinas, tortugas y peces, incluyendo al famoso Tiburón Ballena, que fue el motivo por el cual decidimos atravesar todo el desierto, para conocer un ratito a los famosos visitantes que llegan todos los años a esta Bahía. En esta zona, por suerte, en 2007 se  decretó la creación de la Reserva de la Biósfera “Bahía de los Ángeles, Canales de Ballenas y Salsipuedes”, ya que al ser un importante corredor biológico su protección es clave!

De movimientos lentos, pausados, tranquilos..es como que van flotando por debajo del agua, con sus gigantes bocas abiertas y su piel manchada.

Después de esta experiencia nos fuimos nuevamente para la costa del Pacifico, a un sitio alejado de la civilización, con tremendas playas para surfear y paisajes indescriptibles, Punta Abreojos. La comunidad de Punta Abreojos es de especial interés para la comunidad científica y de conservación marina ya que viven de la pesca, pero la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Punta Abreojos (SCPPPA), es un caso exitoso en manejo pesquero y desarrollo sostenible.

Cuando se habla del desarrollo sostenible de una comunidad, hay que tomar en cuenta tres dimensiones: la sostenibilidad social, económica y ambiental. Cada dimensión involucra valores distintos y a veces están en conflicto entre sí. Sin embargo, cuando se consigue balancear y armonizar estas dimensiones, el resultado puede ser una comunidad con sustentabilidad ecológica y bienestar socioeconómico duradero, como es Abreojos. Es interesante porque hoy en día, la mayoría de las pesquerías están sujetas a una sobreexplotación ya que no hay normas que regulen el esfuerzo pesquero o la cantidad de recursos que se pueden extraer de un área. Con el modelo de co-manejo utilizado por la SCPPPA, la cooperativa gestiona su área para prevenir la sobreexplotación. El trabajo y la toma de decisiones de manera colaborativa ha mantenido la rentabilidad de las capturas pesqueras y fomentado el bienestar social.

Para aprender de primera mano que ha contribuido al éxito de la cooperativa, charlamos con uno de los pescadores que lleva muchos años en la cooperativa, Juan. El no solo nos contó las formas y cómo se organizan sino de su arraigo y conexión con el mar. El mar no es solo su medio de vida – que tienen que proteger para futuras generaciones – sino también su jardín de juego, ya que casi todos los pescadores en Abreojos son surfistas! ¿Cuantos pescadores/surfos conoces? Para nosotros fueron los primeros. De hecho, cuando estuvimos allí, no tuvimos la suerte de verlos salir a pescar porque cuando viene un swell fuerte no se sale a pescar y en cambio se surfa! Increible.

Juan nos abrió las puertas de su casa, compartimos comida con él y su familia, un rico pescado a la disca y puntualmente conectamos con uno de sus hijos, Axel. Él también pesca, pero su foco está en el surf. En palabras simples, la rompe! Fondo de roca filosas, olas muy grandes y el las toma como si nada! Surfa desde que tiene memoria, gracias a Juan, su Papá, que en todas sus vacaciones se iban a algún lugar de Baja California a surfear. El arraigo al mar corre en la sangre de esta familia y de muchas más en esta franja costera de Baja California: la Reserva de la Biósfera el Vizcaíno.

Hector Estrada es de otro pueblo de la zona, pero lo conocimos en Abreojos que se vino a surfear el gran swell que entraba. El también es hijo de pescador y tiene ese fuerte arraigo al mar, no solo por el surf sino porque a su vez es biólogo marino! Es muy lindo escuchar a Hector hablar de lo que el surf genera en él, de cómo el surf lo salvó de muchas cosas. El surf es “mi escuela, mi templo, lo que me da paz, satisfacción, adrenalina, lo que te da lecciones de vida también, porque a veces la ola te revuelca por rato y te tienes que levantar y volver a remar…”, pero siempre que surfea vuelve con una sonrisa a su casa. Como él dice “Soy feliz haciendo surf”.

Hector y Axel, junto con un gran amigo, investigador y fotógrafo, Jesus Salazar, están haciendo un proyecto super interesante llamado Oro Rojo: explorando zonas remotas del desierto peninsular de Baja California, documentando los elementos que construyen la identidad del surfer de estas zonas. Hector y Axel, surfistas e hijos de pescadores de dos pueblos diferentes en zonas remotos del desierto peninsular pero que comparten ciertas similitudes en términos culturales y de identidad; arraigo al mar, respeto por el producto pesquero, olas de calidad mundial y apenas un par de generaciones de surfers proporcional a la calidad de sus olas. 

Fue un placer compartir varios días en Abreojos con ellos, entrevistarlos y entender las particularidades de estos pueblos y sus personas, específicamente de la comunidad de Punta Abreojos, un ejemplo único de una comunidad auto organizada hacia el cumplimiento de una misión y visión común. El cuidado y el respeto por el medio ambiente, y por los demás, ha permitido que Punta Abreojos prospere. Gracias por compartir con nosotros!

Fue difícil irse, pero hubo que seguir a un último destino, a un último pueblo costero, esta vez en la costa del Mar de Cortés y con una historia de éxito un poco diferente: Cabo Pulmo. Hasta hace unos 30 años este lugar vivía la problemática de la sobreexplotación pesquera, extracción masiva y sin control. Pero la historia cambió, y hoy se convirtió en el ejemplo con más éxito de turismo sustentable en México. Fue gracias a un grupo de pobladores originarios de Cabo Pulmo que se organizaron y con el apoyo de la Universidad de Baja California Sur solicitaron a las autoridades que esta área marina se declara como Área Natural Protegida. Con menos de 30 años desde su declaración ya se ven los cambios en el arrecife de coral! Nosotros fuimos a bucear y fue mágico y muy recomendado. No tenemos foto de esto pero lo mejor es nadar entre bancos de meros gigantes o cardúmenes de jureles es mágico… Tuti lo llamó “el tubo de la felicidad”. Pero no es necesario bucear para ver estas maravillas, solo con hacer snorkel al lado de la orilla es suficiente para disfrutar.

Que increible y diferentes historias de éxito en estos pueblos costeros de Baja California! Esto lo puedes conseguir tú, en tu lugar de origen, si está pasando por un proceso de degradación ambiental. Con ganas, convicción y buscando el apoyo correcto todo se puede.